Queridos amigos.
Permítanme que me acerque a ustedes a través de estas líneas para desearles un feliz Año Nuevo.
Primero que todo, quiero agradecerles la cercanía y amistad que me han presentado en este año 2018. Año en el que nos hemos empezado a conocer y han sido muchas las muestras de estima y agradezco de corazón, por ello, cuenten con mi amistad y oración.
Como segunda cosa, quiero invitarlos a que miremos este 2019 como una oportunidad para poder continuar creciendo como comunidad parroquial. Busquemos nuevos caminos y nuevas formas que nos ayuden a todos a crecer en la fe y en la unidad. Esperemos y pidamos para que el Señor nos ayude a poder dar signos de fe en esta zona donde somos iglesia.
Con respeto a la crisis del 2018 en la Iglesia chilena, recordemos que podemos levantarnos solo si estamos apoyados en Cristo, a Él confiemos nuestro país, a Él busquemos cómo modelo sacerdotal para nosotros los presbíteros, a Él presentemos nuestros sinceros deseos de santidad y alegría como comunidad de creyentes. En Él descansemos nuestro espíritu de penitencia también por nuestros pecados personales y a Él acudamos cual Señor de la justicia.
Un abrazo afectuoso en este Año Nuevo, mis mejores deseos de felicidad y gozo en el Espíritu.
Padre Francisco.